La mente de principiante es una de las actitudes básicas que es importante que tengamos en cuenta a la hora de practicar.

Estas actitudes básicas que invitamos a traer durante la práctica de mindfulness no sólo son útiles para la práctica.


Son actitudes que nos ayudan a una mejor comprensión de la vida, de nosotras mismas y de quienes nos rodean. 

Pensamientos e ideas preconcebidas

Nuestros pensamientos, opiniones, expectativas e ideas preconcebidas moldean nuestra experiencia cotidiana.

Cuando damos por hecho que ya conocemos algo o alguien, no nos dejamos espacio para ver las cosas como «realmente» podrían ser y no nos permitimos ser sorprendidos por lo nuevo, ver más allá de lo que creemos ver ni escuchar más allá de lo que creemos estar escuchando. 

¿Recuerdas cómo fue la última vez que aprendiste algo nuevo?

Probablemente te entregaste a la tarea con nuevos ojos, con curiosidad permitiendo que el asombro te visitara.
Tal vez te sintieras temerosa por lo nuevo a descubrir, tal vez, con miedo a equivocarte. 

Eso es la mente de principiante: dejarte sorprender y asombrar por lo nuevo.

Aprender a confiar en tu curiosidad e intuición más que en tu análisis y todos los preconceptos que le acompañan.

Una mente que «no sabe» es una mente abierta.

Juguemos por un ratito a no ser «tan adultas» y serias. 

Cada momento y cada respiración son únicas.
Para que podamos experimentar toda la riqueza y profundidad del momento presente, es necesario que cultivemos esta actitud.

Pon a prueba la mente de principiante. 

  • Observa qué certezas tienes respecto de algo y date el permiso de dudar de todo ello. ¿ Puedes estar tan segura de esto?
  • Reflexiona sobre los pre-juicios que tienes sobre algo, esto es una típica forma de pensar cuando asumimos que sabemos cómo irá tal o cual cosa.
  • En tu próximo desayuno (o comida): ¿cómo sabe en verdad lo que estás comiendo? ¿has visto cuántos colores y texturas tiene tu comida?
  • ¿Y si pudieras aplicar esta actitud en las relaciones interpersonales? Tal vez puedas mirar a tus hijxs, pareja, colegas como si nunca antes los hubieras visto y escuchado y te permitas descubrir algo nuevo en ellos.
  • En tu próxima práctica de mindfulness, ¿estás tan segura de conocer todos los recovecos de tu mente? ¿ya conoces tus distintos modos de pensar y sentir frente a determinados impulsos?  

Es bueno recordar que no se trata de negar la experiencia y conocimiento que ya tenemos sino más bien mantener la mente abierta sobre cómo aplicarlos en las circunstancias.

«En la mente del principiante hay muchas posibilidades.

En la mente del experto hay pocas »

Maestro Zen Shunryu Suzuki